Es una de las tareas más complejas pero más satisfactorias, requiere de mucha entrega, imaginación, conocimiento, dedicación; desarrollar un lenguaje único no se hace de un momento para otro; la entrega y dedicación hace que esta profesión sea apasionante.
De unos libros nacen otros; la labor de escritor es una responsabilidad social; comunicar es una labor muy bella; determinar un recurso literario que le facilite transmitir sus ideas; se convierte en un reto para cualquier escritor.
Un buen escritor debe tener un conocimiento amplio de las diferentes técnicas; hay muchas formas de escribir; por ejemplo, para una historieta es un guion único para cada capítulo, siempre y cuando mantenga las características del personaje; la novela y otros recursos literarios que se utilizan en los medios de comunicación tienen un manejo muy especial en cada uno de los casos.
Las características más recurrentes de un buen comunicador:
Creativo: Un comunicador, posee la capacidad de recrear historias fantásticas, resumir textos importantes sacando lo esencial; siempre se actualiza en técnicas y formas de expresión.
Sensibilidad: Un creativo y buen comunicador, tiene la capacidad de sentir el mundo que lo rodea; con objetividad pero siempre prevaleciendo el valor humano y recalcando valores.
Carisma: Una de las grandes fortalezas que debe poseer un gran comunicador es la sencillez y facilidad de expresar sus ideas con los demás ganado el respeto y credibilidad; el don de caer bien en casi todos los campos en donde interactúa.
Observador: El profesional de comunicaciones, se caracteriza por ser un buen observador de todo lo que lo rodea, ser objetivo en su observación, detallista con los acontecimientos y mesurado, claro y conciso en sus comentarios.
Objetivo: Es claro que un profesional de la comunicación debe comprender y relacionar los hechos de forma rápida, tomando lo más importante de los hechos y traducirlos en términos comprensibles claros y precisos.
Dominio del idioma: Una regla de oro en un profesional de la comunicación es conocer e interpretar muy bien el idioma en que va a hacer su intervención, su fluidez oral debe ser tan limpia y bien versada como sus escritos.
Persuasión: Un gran profesional de la comunicación tiene no solo el dominio de un tema sino del público; quien en realidad, es el juez más eminente de un buen comunicador.
Ecuánime: Un profesional de las comunicaciones debe ser justo, equilibrados, con un sentido de justicia y calidez humana.
Libre expresión: Para ser un poco libres en la expresión de sus comentarios un comunicador debe dar un mensaje con contenido libre, expresión propia que caracteriza al comunicador por ser crítico e imparcial.
Profesionalmente un comunicador debe tener:
Dominio en sistemas: Para un buen comunicador es primordial que exprese sus ideas y las divulgue por medios electrónicos; que pueda promover sus textos, que llegue al público deseado en corto tiempo y sea efectivo de tal forma que tenga un estatus en su medio de expresión.
Libros de diversos temas: Fundamental que un comunicador tenga la facultad de conocer diversos temas y manejar las diferentes formas literarias, de tal forma que puede trabajar en muchos campos de la comunicación como guionista, novelista, ensayos, argumentos y parlamentos para cine, televisión, teatro; adaptaciones de otros autores para diferentes aplicaciones.
Expresión literaria: Para lograr dar un buen impacto, su lenguaje debe ser sencillo, contundente muy expresivo en su lenguaje, capaz de expresar sentimientos, ideas y lograr que su género literario sea descriptivo, elocuente, dinámico y muy didáctico.
Expresión Oral: Para lograr un bue impacto en su trabajo y sobre todo credibilidad con su público se debe expresar muy bien, dominar el lenguaje, no titubear, dar a conocer sus ideas e inquietudes con claridad; en pocas palabras un comunicador se debe conocer e interpretar los diferentes contextos de la expresión literaria.
Equipos de grabación: esta es una profesión exige exactitud en el lenguaje, para no perder la idea fundamental de un tema o entrevista, un comunicador tiene como herramienta principal una grabadora en donde toma nota fiel de todo lo relacionado con su trabajo o tema a tratar; incluso narra sus ideas a través de está, para luego pasarlo al computador y pulirlo de tal forma que lo va mejorando para la presentación final.
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